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Te invitamos a ver nuestro blog para que puedas informarte y/o decidirte por cual especialidad te gusta o te convenga más
Dandote informaciones basicas de cada especialidad junto nuestras opiniones.
Solicito a Usted permitir la Autorizacion de Su hijo Georgie Valdivia y alumno de la Escuela Industrial Superior Valparaiso a la Especialidad de Electrónica, donde podrá aprender todo aquello relacionado a los objetos tecnologicos y las funciones de estos, crear nuevos objetos a funciones propias, manejar y aplicar conocimientos basicos de la electricidad, dando una serie de posibilidades de obtener trabajo.
Dejando en nuestras manos el futuro profesional de su hijo, que con el apoyo de él, nosotros y de usted podra obtener una buena carrera y seguir adelante.
John Augustus Roebling fue un emprendedor que nacio (12 de junio de 1806 ,
muhlhausen - 22 de julio de 1869, brooklyn, nueva york). fue uno de
sus primeros puentes que el construyo en estados unidos y fue un
ingienero civilestadounidense de origen alemán que fue pionero en el diseño de puentes colgantes .
Llegó
a los Estados Unidos en 1831 y entre los año 1855 y 1860 , construyó
cuatro puentes colgantes de grandes tamaños junto a su hijo Washington A
Roebling: dos en pittsburgh, uno en las catarataras del niagarade (1855) y otro más en cincinnati (1866).
No
obstante es mejor conocido por su trabajo en el puente de
brooklyn, proyecto que planeó y diseñó para comunicar brooklyn con
manhattan.
Sin
embargo Roebling murió de una lesión que sufrió en un accidente cuando
recién había iniciado la construcción, así que su hijo continuó la obra
en 1883; quien a su vez quedó incapacitado desde 1872 por sindrome de
descomprension .
El 21 de Enero de 1966 Don Amado Paredes Cárdenas con sus
hijos Mario Paredes Gaete, Jaime Paredes Gaete y Fernando Paredes Gaete
fundaron METALPAR . Se iniciaron con un pequeñisimo galpón en la
comuna de La Reina, METALPAR se caracterizó por fabricar buses de
excelente calidad y seguridad.
A pesar de su sistema netamente artesanal, a
los tres años de haberse iniciado ya tenía una dotación de 120 personas y
producía entre 20 y 25 carrocerías mensuales.
A fines de los 70 se estableció en una
propiedad industrial de 100 mil metros cuadrados, en Camino a Melipilla
9236 en donde permanece hasta hoy.
En 1977 obtuvo la Distribución Oficial de Mercedes Benz para la importación de los chasis a carrozarse en el país.
En 1981, se inicia la transformación total de
la fabricación y montaje, firmando un convenio internacional con una
prestigiosa empresa europea. Paralelamente renovó la totalidad de los
equipos, maquinaria e instalaciones, con el fin de producir un Bus de
calidad internacional. Así se concretó la fabricación del modelo
Manquehue con la aplicación del EURO SISTEMA con gran aceptación.
En 1983 se constituye la empresa INVERSIONES
METALPAR S.A para dar financiamiento directo a través de cuotas fijas a
sus clientes.
Gracias a la calidad y seguridad de sus
vehículos, en 1987 la Santa Sede le encargó a METALPAR la
responsabilidad de fabricar el Papamóvil, en el cual SS Juan Pablo II
recorrió las calles de Santiago, ovacionado por la multitud.
En 1994 aumenta su capacidad productiva para producir seis vehículos diarios en un solo turno.
En la actualidad METALPAR puede llegar a producir ocho buses diarios
En 1997 se compra en Argentina la empresa
BUS carrocerías para dar nacimiento a METALPAR Argentina S.A.
Instalada con 35.000 metros cuadrados. Actualmente ocupa más de 50.000
metros cuadrados con una capacidad de hasta 16 unidades por día y es el
líder indiscutido en el rubro en Argentina.
(Milan,
1847 - West Orange, 1931) Inventor norteamericano, el más genial de la
era moderna. Su madre logró despertar la inteligencia del joven Edison,
que era alérgico a la monotonía de la escuela. El milagro se produjo
tras la lectura de un libro que ella le proporcionó titulado Escuela de Filosofía Natural,
de Richard Green Parker; tal fue su fascinación que quiso realizar por
sí mismo todos los experimentos y comprobar todas las teorías que
contenía. Ayudado por su madre, instaló en el sótano de su casa un
pequeño laboratorio convencido de que iba a ser inventor.
Thomas Edison
A los doce años, sin olvidar su
pasión por los experimentos, consideró que estaba en su mano ganar
dinero contante y sonante materializando alguna de sus buenas
ocurrencias. Su primera iniciativa fue vender periódicos y chucherías
en el tren que hacía el trayecto de Port Huron a Detroit. Había
estallado la Guerra de Secesión y los viajeros estaban ávidos de
noticias. Edison convenció a los telegrafistas de la línea férrea para
que expusieran en los tablones de anuncios de las estaciones breves
titulares sobre el desarrollo de la contienda, sin olvidar añadir al
pie que los detalles completos aparecían en los periódicos; esos
periódicos los vendía el propio Edison en el tren y no hay que decir
que se los quitaban de las manos. Al mismo tiempo, compraba sin cesar
revistas científicas, libros y aparatos, y llegó a convertir el vagón
de equipajes del convoy en un nuevo laboratorio. Aprendió a telegrafiar
y, tras conseguir a bajo precio y de segunda mano una prensa de
imprimir, comenzó a publicar un periódico por su cuenta, el Weekly Herald.
En los años siguientes, Edison peregrinó por diversas
ciudades desempeñando labores de telegrafista en varias compañías y
dedicando su tiempo libre a investigar. En Boston construyó un aparato
para registrar automáticamente los votos y lo ofreció al Congreso. Los
políticos consideraron que el invento era tan perfecto que no cabía
otra posibilidad que rechazarlo. Ese mismo día, Edison tomó dos
decisiones. En primer lugar, se juró que jamás inventaría nada que no
fuera, además de novedoso, práctico y rentable. En segundo lugar,
abandonó su carrera de telegrafista. Acto seguido formó una sociedad y
se puso a trabajar.
Perfeccionó el telégrafo
automático, inventó un aparato para transmitir las oscilaciones de los
valores bursátiles, colaboró en la construcción de la primera máquina
de escribir y dio aplicación práctica al teléfono mediante la adopción
del micrófono de carbón. Su nombre empezó a ser conocido, sus inventos
ya le reportaban beneficios y Edison pudo comprar maquinaria y
contratar obreros. Para él no contaban las horas. Era muy exigente con
su personal y le gustaba que trabajase a destajo, con lo que los
resultados eran frecuentemente positivos.
A los
veintinueve años cuando compró un extenso terreno en la aldea de Menlo
Park, cerca de Nueva York, e hizo construir allí un nuevo taller y una
residencia para su familia. Edison se había casado a finales de 1871
con Mary Stilwell; la nota más destacada de la boda fue el trabajo que
le costó al padrino hacer que el novio se pusiera unos guantes blancos
para la ceremonia. Ahora debía sostener un hogar y se dedicó, con más
ahínco si cabe, a trabajos productivos.
Su
principal virtud era sin duda su extraordinaria capacidad de trabajo.
Cualquier detalle en el curso de sus investigaciones le hacía vislumbrar
la posibilidad de un nuevo hallazgo. Recién instalado en Menlo Park,
se hallaba sin embargo totalmente concentrado en un nuevo aparato para
grabar vibraciones sonoras. La idea ya era antigua e incluso se había
logrado registrar sonidos en un cilindro de cera, pero nadie había
logrado reproducirlos. Edison trabajó día y noche en el proyecto y al
fin, en agosto de 1877, entregó a uno de sus técnicos un extraño boceto,
diciéndole que construyese aquel artilugio sin pérdida de tiempo. Al
fin, Edison conectó la máquina. Todos pudieron escuchar una canción que
había entonado uno de los empleados minutos antes. Edison acababa de
culminar uno de sus grandes inventos: el fonógrafo. Pero no todo eran
triunfos. Muchas de las investigaciones iniciadas por Edison terminaron
en sonoros fracasos. Cuando las pruebas no eran satisfactorias,
experimentaba con nuevos materiales, los combinaba de modo diferente y
seguía intentándolo.
En abril de 1879, Edison
abordó las investigaciones sobre la luz eléctrica. La competencia era
muy enconada y varios laboratorios habían patentado ya sus lámparas. El
problema consistía en encontrar un material capaz de mantener una
bombilla encendida largo tiempo. Después de probar diversos elementos
con resultados negativos, Edison encontró por fin el filamento de bambú
carbonizado. Inmediatamente adquirió grandes cantidades de bambú y,
haciendo gala de su pragmatismo, instaló un taller para fabricar él
mismo las bombillas. Luego, para demostrar que el alumbrado eléctrico
era más económico que el de gas, empezó a vender sus lámparas a cuarenta
centavos, aunque a él fabricarlas le costase más de un dólar; su
objetivo era hacer que aumentase la demanda para poder producirlas en
grandes cantidades y rebajar los costes por unidad. En poco tiempo
consiguió que cada bombilla le costase treinta y siete centavos: el
negocio empezó a marchar como la seda.
Su fama se
propagó por el mundo a medida que la luz eléctrica se imponía. Edison,
que tras la muerte de su primera esposa había vuelto a casarse, visitó
Europa y fue recibido en olor de multitudes. De regreso en los Estados
Unidos creó diversas empresas y continuó trabajando con el mismo ardor
de siempre. Todos sus inventos eran patentados y explotados de
inmediato, y no tardaban en producir beneficios sustanciosos.
Entretanto, el trabajo parecía mantenerlo en forma. Su única
preocupación en materia de salud consistía en no ganar peso. Era
irregular en sus comidas, se acostaba tarde y se levantaba temprano,
nunca hizo deporte de ninguna clase y a menudo mascaba tabaco. Pero lo
más sorprendente de su carácter era su invulnerabilidad ante el
desaliento. Ningún contratiempo era capaz de desanimarlo.
En
los años veinte, sus conciudadanos le señalaron en las encuestas como
el hombre más grande de Estados Unidos. Incluso el Congreso se ocupó de
su fama, calculándose que Edison había añadido un promedio de treinta
millones de dólares al año a la riqueza nacional por un periodo de
medio siglo. Nunca antes se había tasado con tal exactitud algo tan
intangible como el genio. Su popularidad llegó a ser inmensa. En 1927
fue nombrado miembro de la National Academy of Sciences y al año
siguiente el presidente Coolidge le hizo entrega de una medalla de oro
que para él había hecho grabar el Congreso. Tenía ochenta y cuatro años
cuando un ataque de uremia abatió sus últimas energías.
John Thoren Parsons:nació el11
de octubre de 1913, Detroit, Estados Unidos y falleció el 18 de
abril de 2007, fue un ingeniero estadounidense inventor del sistema
de control numérico, predecesor del control numérico computarizado
actual. Desarrollado inicialmente para la aeronáutica, tiene usos tan
variados como las máquinas herramientas digitalizadas (como el torno
control numérico), los chips de computadora y los automóviles, entre
otros. También desarrolló la unión adhesiva de estructuras metálicas en
aeronaves, aplicado especialmente en las hélices entre otros logros.
Era hijo de inmigrantes bávaros,
asentados en París. En 1870 la familia tuvo que abandonar Francia al
estallar la guerra franco-prusiana, y Rudolf fue enviado a Augsburgo.
Es
discípulo del inventor de la nevera, Carl von Linde a partir de 1875 en
Múnich. Regresó a París como representante de la empresa de máquinas
frigoríficas de su maestro.
Entre
1893 y 1897 construyó en los talleres de la compañía MAN AG,
perteneciente al grupo empresarial alemán Krupp, el primer motor del
mundo que quemaba aceite vegetal (aceite de palma) en condiciones de
trabajo. Éste fue presentado en la feria internacional de París y
posteriormente fue llamado con el apellido de su inventor.
El
Instituto de Ingenieros Mecánicos le concedió la Orden del Mérito por
sus investigaciones y desarrollos sobre los motores con aceite de maní
(cacahuete), que posteriormente usaron petróleo por ser un combustible
más económico, dándose origen .
Se consideraba a sí mismo como un filósofo social, aunque de su libro Solidarismus, donde describe su visión de la empresa, sólo vendió 200 ejemplares.
Se
supone que murió la noche del 29 al 30 de septiembre de 1913 y se
supone que ahogado, pues desapareció del buque que cubría el trayecto de
Amberes a Inglaterra en el que viajaba. Un par de días después, un
bote de la guardia costera encontró su cuerpo. Como era lo común en
aquel entonces, sólo se tomaron sus pertenencias (identificadas
posteriormente por su hijo) y el cuerpo fue arrojado de nuevo al mar.
La
inexistencia de una nota o carta de suicidio ha inducido a pensar que
podría haberse tratado de un accidente. Diesel, víctima de frecuentes
dolores de cabeza, habría salido a pasear a cubierta, y tal vez caído
al agua en un descuido. Sin embargo, también es cierto que no se puede
descartar totalmente el suicidio, dado que su situación económica era
desesperada, hallándose casi en quiebra. La hipótesis de que agentes
alemanes lo asesinaran para evitar la difusión de sus inventos es del
todo absurda, puesto que tanto Francia e Inglaterra disfrutaban ya por
entonces de licencias sobre sus patentes.