Imventor del motor diesel
Era hijo de inmigrantes bávaros,
asentados en París. En 1870 la familia tuvo que abandonar Francia al
estallar la guerra franco-prusiana, y Rudolf fue enviado a Augsburgo.
Es
discípulo del inventor de la nevera, Carl von Linde a partir de 1875 en
Múnich. Regresó a París como representante de la empresa de máquinas
frigoríficas de su maestro.
Entre
1893 y 1897 construyó en los talleres de la compañía MAN AG,
perteneciente al grupo empresarial alemán Krupp, el primer motor del
mundo que quemaba aceite vegetal (aceite de palma) en condiciones de
trabajo. Éste fue presentado en la feria internacional de París y
posteriormente fue llamado con el apellido de su inventor.
El
Instituto de Ingenieros Mecánicos le concedió la Orden del Mérito por
sus investigaciones y desarrollos sobre los motores con aceite de maní
(cacahuete), que posteriormente usaron petróleo por ser un combustible
más económico, dándose origen .
Se consideraba a sí mismo como un filósofo social, aunque de su libro Solidarismus, donde describe su visión de la empresa, sólo vendió 200 ejemplares.
Se
supone que murió la noche del 29 al 30 de septiembre de 1913 y se
supone que ahogado, pues desapareció del buque que cubría el trayecto de
Amberes a Inglaterra en el que viajaba. Un par de días después, un
bote de la guardia costera encontró su cuerpo. Como era lo común en
aquel entonces, sólo se tomaron sus pertenencias (identificadas
posteriormente por su hijo) y el cuerpo fue arrojado de nuevo al mar.
La
inexistencia de una nota o carta de suicidio ha inducido a pensar que
podría haberse tratado de un accidente. Diesel, víctima de frecuentes
dolores de cabeza, habría salido a pasear a cubierta, y tal vez caído
al agua en un descuido. Sin embargo, también es cierto que no se puede
descartar totalmente el suicidio, dado que su situación económica era
desesperada, hallándose casi en quiebra. La hipótesis de que agentes
alemanes lo asesinaran para evitar la difusión de sus inventos es del
todo absurda, puesto que tanto Francia e Inglaterra disfrutaban ya por
entonces de licencias sobre sus patentes.
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